EN EL TERRENO DE LO METAFÍSICO
HUGO HERNÀNDEZ
Lo del Deportivo
Táchira hay buscarlo en los terrenos de la metafísica o los conjuros, que son
más conocidos en el lenguaje futbolístico. Algunos jugadores juegan a cábalas y
sortilegios para darse confianza en la cancha. Según cuenta, Eduardo Galeano,
en su Fútbol a Sol y Sombra, que algunos delanteros entran al terreno, antes
del inicio del compromiso y anotan varios goles, con el artificio de quitarse la mavita que se pega a los
botines.
Habrá que preguntarle a
Carlos Maldonado o a Jorge Luis Pinto, los dos antecesores del trío de la
desgracia, si fue que enterraron un gato negro y pusieron gotas de azogue cerca
de la cancha. Si mandaron a realizar una misa negra o sacrificaron algún animal
para desearle los males del mundo al carrusel aurinegro. Todo eso y más para
rescatar la senda ganadora de la divisa que más adeptos tiene en el fútbol
profesional venezolano.
Eso de estar
vociferando que el técnico Farías se
equivocó en los cambios, también se lo endilgaron a Chuy Vera y después a
Manolo Contreras. Que si Gerson Chacón y el sindicato dictaban las pautas
internas del club, también lo dijeron.
Pero salieron de Gerson y de otros jugadores y los resultados siguen siendo
pésimos, a pesar de contar en la actualidad con una de las mejores plantillas
del torneo clausura.
Entonces, por donde
empezamos a desenrollar el capote para solventar esta crisis de resultados que
arrastra el aurinegro desde hace tres años, a pesar de los esfuerzos económicos
que han hecho los propietarios.
Estamos a nivel de
brujo, o de babalao, para comulgar con lo que está de moda en el país. La cosa
está tan fea que ni siquiera podemos transpolar el agujero negro a lo político, el lugar donde se
lavan todas las culpas de los venezolanos. Se nos antoja que si Vielma tocó el
redoblante de la Barra Sur y el equipo perdió el sendero ganador, pues no hay
que olvidar que Pérez Vivas también se involucró con el equipo, con idénticos
resultados.
De allí, que preferimos
opinar, que el equipo está a nivel de exorcismo, de un sacadiablos que no sea
familiar del seleccionador nacional y amigo incondicional del presidente de la
Federación.
Ya las miradas y las
ofertas económicas de los directivos tachirenses empiezan a otear en el
horizonte al técnico que quede campeón de la temporada, como ha sido, la
costumbre de las últimas zafras. Nos hemos convertido en pájaros negros, de
esos que esperan que los demás construyan el nido para venir a derribárselos.
Esa es nuestra agonía..
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