HUGO HERNÁNDEZ
El Deportivo Táchira
cedió 2 puntos en su feudo de Pueblo Nuevo
y muchos comentaristas de radio
dijeron que la perdida no debía preocupar
a la afición, puesto que si pierde el Real Madrid en el Santiago Bernabeu,
tranquilamente el carrusel negriamarillo puede empatar en casa.
La parábola puede tener
sentido cuando se trata de un equipo fuertemente arraigado en los
resultados que le preceden, pero puede
carecer de él, cuando estamos frente a un conjunto, con una profunda crisis de
resultados en los últimos años, que ha tenido que ver una procesión de técnicos
en el banquillo y que actualmente pierde el contacto con el lote de conjuntos
nacionales que en los tiempos inmediatos, han estado repartiéndose los cupos a
Copa Libertadores.
Sin duda, un gran
tropezón porque el Deportivo Táchira no podía ceder 2 puntos jugando en casa, con un equipo de
medio pelo y que venía de perder sus dos primeras presentaciones en
el recién iniciado torneo criollo.
Los españoles dicen que
“la duda ofende”, pero también, el refrán criollo nos indica que “al picado de
culebra, hasta los lagartijos lo asustan” y, precisamente ese es el temor que
nos asalta desde hace varios años, en los cuales, nos hemos manejado entre
suposiciones.
La nómina del Deportivo
Táchira dobla o triplica en salarios a la de
Petare. Eso sería una condición suficiente para haber asegurado los tres
puntos, jugando de local y con el buen arranque que tuvo el equipo en esta
campaña, hasta el juego del domingo cuando
se produjo el tropezón.
No, nos vamos a
conformar con las célebres frases de los
jugadores que con decir, hay que pasar
la página, ya tienen para justificar el mal resultado obtenido por el aurinegro
el pasado domingo.
El equipo debe ganar en
Pueblo Nuevo y, debe ganar bien, para
que no queden dudas de que el Deportivo Táchira es un equipo grande, como se
acostumbra a decir, cuando estamos confrontando puntos de vista con alguien que
respalde una opción diferente.
El empate ante Petare,
nos mueve a preguntarnos, qué pasó con
la mejor pretemporada realizada por club venezolano. También revive los miedos
y cierra el entusiasmo de la gente por aumentar el número de personas en el
recinto de Pueblo Nuevo.