lunes, 30 de julio de 2018

EL PÁJARO CARPINTERO


El tac, tac, tac que se oía en el árbol hizo que Miguelito volteara  y viera el copete del pájaro rojo que se movía como un martillo, riendo y tratando de hacer un hueco cerca de las ramas que sostenían los mangos que  él venía esperando que se maduraran. Por momentos Miguelito  creyó que podía volar como  las aves  para agarrar al intruso que seguía con su tac tac, pero sus pies  solo alcanzaron a despegar algo  del suelo. Frustrado por la insistencia del carpintero,  le lanzó  una piedra que hizo añicos el ventanal de la vecina y dejó al travieso con  la sonrisa de oreja a oreja como diciéndole: Tu mamá te  volverá a castigar por romper la ventana  y amenazar a los pajaritos.   

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