lunes, 6 de julio de 2015

FÁBULA DEL POLLITO, LA VACA Y EL GAVILÁN



Debo confesar que esta fábula, la más deliciosa  representación de muchos en la actualidad, cuando el destino les da la espalda, fue la carta de presentación del  excelente Gabriel Ugas, profesor de la cátedra  de formación a la investigación periodística e insigne epístemologo de la Universidad de Los Andes, entonces, cuando empezamos  a cursar su materia de la cual guardamos los mejores recuerdos. Ergo,  debo acotar, que nunca le pedí a Gabriel que me la volviera a contar. Fue años después que leyendo la columna de Jesús  Eduardo Brando en el Nacional la sorpresa me invadió al encontrarme con el relato anhelado.
Disculpen los excesos, pero valen la pena...

“Un pollito corre al descampado, esquivando la sombra de un feroz  gavilán que lo codicia, que lo desea y ansía saborearlo con fruición. Sus cortas patas le aseguran una muerte inmediata, no podrá igualar la velocidad del vuelo de su enemigo, sabe que su cuerpo va a ser destrozado de un solo zarpazo si no encuentra refugio inmediatamente. Pero, la suerte le sonríe. Advierte un bulto enorme que se desplaza con lentitud, debajo del cual puede resguardarse. Y así lo hace. Es una vaca, que para mayor fortuna, se detiene con cierta complicidad involuntaria. El pollito amaga hacia la derecha y ahora hacia la izquierda, despista a su perseguidor, y se mete entre las patas del animal. Se siente protegido, descansa, se siente triunfante, invencible. El gavilán aguarda, gira, gira y gira sobre su blanco. De pronto, como en la vida política -, cuando el combate se pensaba decidido, el cuerpo de la vaca se estremece y descarga una inmensa bosta que cubre por completo el cuerpo del pollito,  para luego proseguir su lenta marcha. El pollito,  asqueado, decide sacar la cabeza de aquel amasijo maloliente, y en ese preciso instante, descubre que la vaca está lejos y las garras del gavilán ya le acarician las plumas, y es devorado.

Las moralejas,  nos decía el temido Ugas, son las siguientes: no todo el que te hecha mierda es tu enemigo , no todo el que te saca de la mierda es tu amigo ; y finalmente , cuando estés con la mierda al cuello , no digas ni pío”.  Más elocuencia no se puede....  

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